lunes, 14 de diciembre de 2020

EL REGALO DE UN ABRAZO

Un abrazo, un gesto aparentemente tan sencillo y que en España siempre se está dispuesto a dar, pero que a mí me cuesta la vida.

Nunca he sido de abrazar, de mostrar sentimientos...la vergüenza siempre me ha podido, incluso con mi familia. Mis perros son los únicos que han recibido siempre mis muestras de afecto, posiblemente porque no me sentía juzgada.

No quiere decir que no los tenga, quizás demasiados. Cualquier muestra de cariño me desarma, incluso puede llegar a emocionarme de manera visible. Y de forma escrita, sin que se me vea, soy capaz de decirlo.

Pues me he sorprendido a mi misma dejándome abrazar y abrazando a un amigo y diciéndole, porque lo sentía, porque lo siento, "ya sabes que te quiero mucho". Un segundo después sentí una vergüenza horrible, pero su respuesta fue tan bonita...abrazando aún más fuerte me dijo "yo también cariño"

Muchos dirán, eso es lo normal, y seguro que tienen razón, pero para mí, fue un regalo.

ALGO QUE NECESITABA CONTAR

Hoy voy a escribir algo que nunca he contado pero lleva un tiempo quemándome en la boca del estómago. Y necesito, aunque sea aquí, dejar que...