jueves, 2 de noviembre de 2017

NECESIDAD

Me levanté como cada mañana hago, sin prisas. Si bien es cierto que a mi acompañante si le suelo hacer correr, reconozco que a veces sin necesidad pero me divierte verlo, es mi pequeña maldad, aunque sin mala intención por supuesto.

Pues bien como iba diciendo me estaba desperezando tranquilo cuando lo noté, pude sentirlo y todo mi cuerpo se tensó. Hacía ya bastante tiempo que la situación no se había dado, de hecho pensaba que jamás se volvería a dar. Pero mi intuición me falló.

Mi compañero me miró, debió notar algo porque me preguntó que me pasaba, no le contesté, prefería que no se diese cuenta que mi desasosiego iba en aumento.

Todo mi cuerpo se volvió pura agitación sin que yo pudiera evitarlo, mi mente empezó a pensar en eso como la única cosa importante en mi mundo, realmente dejó de existir todo, sólo tenía corazón para lo que estaba sucediendo. No quise ni probar el desayuno, cosa rara en mí.

Quería salir de allí, irme tras la necesidad que me estaba creando, pero no podía porque me lo estaban impidiendo. La puerta estaba cerrada, no tenía posibilidad de abrirla. Por mucho que mostrase mi interés por irnos, nadie me ayudaba, nadie veía mi desesperación. Los segundos se me hacían horas.

Finalmente una luz se vislumbró en mi camino, vi intenciones de colaborar conmigo, de dejarme salir e ir en busca de mi necesidad, pero de nuevo mi intuición volvió a fallar. Si, me iban a dejar salir, pero sin la libertad que mi deseo esperaba porque mi compañero de dos patas se había dado cuenta igual que yo: LA PERRA DE LOS VECINOS ESTABA EN CELO

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ALGO QUE NECESITABA CONTAR

Hoy voy a escribir algo que nunca he contado pero lleva un tiempo quemándome en la boca del estómago. Y necesito, aunque sea aquí, dejar que...